Ni religiosa ni atea una simple mujer que se toca y juguetea

Querida chapina…

“Masturbarse sólo es de hombres, masturbarse para ellos es como comer; pero vos sos mujer, no tenés que andar haciendo esas cosas… nosotras no pasamos pensando en sexo todo el día, si ya tenés a alguien que te lo haga, no tenés necesidad de tocarte, sos egoísta, es pecado, el auto complacerse no es de una dama como vos, no es necesario que digas la palabra masturbación en redes sociales, sos mujer… que la gente lo busque por otro lado, no digas esas cosas.”

Ale ¿sabes qué parece?, me dijo. Que tenés ganas de tener sexo con cualquiera. Esas fueron las palabras de una amiga en PLENO AÑO 2016!!!

No quiero tener sexo con cualquiera, simplemente quiero expresarles que yo también pienso en sexo, que me dan ganas de tener sexo, a veces quiero hacerlo con alguien que me gusta y a veces conmigo… es una manera de conocerme a misma también… ¿Cómo podría tener relaciones sexuales satisfactorias si desconozco lo que mi cuerpo disfruta, cómo puedo decirle a mi pareja qué me gusta y qué no?

Así ha sido siempre que he querido expresar mi sexualidad. Yo, Alejandra empecé a masturbarme a los diez años de edad con un chorrito que estaba en la bañera de mi casa. Fue una experiencia INCREIBLE y no sabia si era bueno o malo. Decidí no contárselo a nadie y lo seguí haciendo. Cuando cumplí doce años de edad, una maestra de religión, como de unos veinticinco años de edad, iba hablarnos de la pornografía y de la masturbación. Lo único que dijo fue que era lo peor que podíamos hacer y que si lo hacíamos nos iríamos al infierno. Para aclarar mis dudas, pregunté que era masturbación y me respondió:

“Es eso que hacen los hombres que se tocan para sentir satisfacción sexual.”

No se habló de pornografía… ella se fue. Creo que estábamos preguntado mucho, nos dijo que podíamos salir antes a recreo y se retiró. Me quedé con la duda: ¿Cada cuánto a la semana ella se tocaba? Sin embargo, la “aclaración” que me dio, me hizo sentir la niña más sucia del universo… y pensar que sólo los hombres lo hacían… me asusté y me dije a mí misma: Me gusta masturbarme desde hace tiempo… ¿Será que me soy gay? La maestra fue clara en decirme que “sólo” los hombres lo hacen; pero, a la vez me pregunto: ¿Por qué pienso en un hombre cada vez que lo hago? ¿Soy la única mujer que lo hace en el mundo? Concluí: Será mi secreto… me voy a ir al infierno… Dios me va a castigar.

Pasaron los años, y continuaba masturbándome. Llegué a un punto de mi vida, donde pensaba que cada vez que me masturbaba, Dios me castigaba; porque genuinamente pensaba que, era la única mujer en el mundo que lo hacía.

Hoy, veo mi masturbación como un autoconocimiento –un tiempo a solas conmigo misma-, también me gusta ir al cine “sola” y comer “sola” en un buen restaurante. Disfruto esa soledad.

¿Qué tiene de malo? ¿Qué pasa si toco –como me gusta- mi vagina y mi clítoris? Es mío carajo!!! Puedo disfrutar de los orgasmos que yo misma me regalo, sentir cada célula de mi cuerpo en éxtasis, sin ninguna droga. Tocarme es natural y no mata a nadie. Al hacerlo, puedo viajar a donde quiera y estar con el que quiera… sin miedo a enamorarme porque yo siempre voy a esta allí para mí… sin miedo a lastimar a nadie porque en mi mente cambió de pareja en cada orgasmo que tengo. Sin decir que lo amo porque en realidad sólo me estoy amando a mí misma. Tengo la libertad de hacer eso mi cerebro es mi principal órgano sexual.

Hoy, puedo expresarme libremente y con argumentos sólidos, se acabó “mis juegos a escondidas”. Si me critican… ojalá les despierte el deseo de conocerse… de tocarse de esa manera que sólo uno sabe que es la correcta… se recordarán de mí, de manera diferente. Quiero dejar un aporte de vida constructivo. Chavas que son igual que yo, que les gusta descubrirse…tocarse…sentirse en hora buena!! Sigan haciéndolo … ámense con locura. Y para las que no, ámense de distinta manera…pero háganlo!

Ahora… ¡Hombres! Que fácil para ellos decir abiertamente y sin miedo a la crítica o censura “que se echan una paja”… los envidio para serles sincera. Mi proceso de autoconocimiento duró años y sigue… Todo es más sencillo para ustedes… TODO!!! No voy armar una discusión y pelea entre géneros….somos complementarios.

Sinceramente me encantan los hombres. Me encanta ser mujer y mi sexualidad conmigo misma y cuando la comparto con un hombre. Veo belleza en cada uno… cada vena de sus genitales me hace delirar. Cada forma, tamaño, color tan único en cada hombre me inspira a conocerlos, a disfrutarlos igual que disfruto de mí misma o mejor!

Hombres, colaboren a borrar tabús… regalen confianza a las chavas que no saben cómo expresarse o tienen miedo a expresarse…a conocerse y más aún a darse a conocer. Los beneficios serán muchos…relaciones sexuales más satisfactorias, relaciones sólidas… Las buenas relaciones sexuales, crean una excelente comunicación en pareja, aumentan la confianza, minimiza las infidelidades porque al conocernos a nosotros mismos nos damos a conocer mejor…el otro, la otra…sabrá exactamente lo que me gusta, cómo me gusta…dónde me gusta y por qué me gusta.

Es difícil expresarse sin miedo al que dirán y más si se trata de sexo. Guate ya HABLEMOS de lo que todos pensamos y callamos… de lo que queda en risas morbosas o críticas destructivas. Hablemos claro y basta de miedos.