top of page

Cuando mi príncipe se murió...

  • Alejandra Campollo
  • 31 jul 2016
  • 5 Min. de lectura

17 MAYO 2008 el puto día que te perdí . Recuerdo que estaba en la casa de una amiga, la mama de ella me levantó como a las cinco de mañana y yo ya sabía que te habías muerto. Lo sentí, lo supe, definitivamente una parte de mi había muerto, se lo comenté a mis amigas y me dijeron “NO DIGAS ESAS COSAS”


Llegue a mi casa, abrí la puerta y mi mama estaba de negro y le dije ¿Se murió verdad? Ella movió la cabeza con un ¡SÍ! Y ya no recuerdo más.


En el funeral te vi en adentro de la caja y estabas ahí, muerto. Te recordas que siempre jugábamos que te morías y yo te tenía que dar un beso en la frente y otro beso en cada ojo para que te despertaras, a veces no te despertabas y yo me asustaba, creía que te habías muerto (era pequeña) y después te asustabas como un WAAAAH! Y me besabas, en ese momento al verte en la caja quise hacer lo mismo pero sabía que no ibas a despertar.


Tres meses después yo aparentaba estar bien pero siempre que llegaba a mi casa, agarraba tu foto y me metía a mi cama a llorar por ti, hasta que me quedaba dormida. No podía entender como alguien como tú podía faltar, es que no me cabía en la cabeza como Dios sabiendo que te quería tanto, ¡te matara! No sabía que eso me podía pasar a mí, si yo era buena niña y me portaba bien, no me merecía perder a mi papá.

Tu nos adorabas era impresionante el amor que me tenías. NO SE VALÍA.

Llegue a detestar a Dios, no sabía cómo hablarle… ¿Cómo podes hablarle al asesino de tu papa?

Mi miedo más grande era perderte, te juro que a veces lo pensaba y le suplicaba a Dios que por favor no te llevara. No se por que había una parte de mi que sabia que te ibas a ir rápido...



Recuerdo que una vez salió el celular V3 y yo lo quería, no había poder humano que pudiera sacarme de la cabeza que yo quería ese celular, me fuiste a traer al colegio y me dijiste “Márcame ese número que necesito hacer una llamada importante” y lo hice, marqué el número y 10 segundos después estaba sonando un celular en una parte escondida del carro y cuando lo vi era mi V3, fue tan lindo lo que hiciste por mí, te juro que hubo un punto donde vi tus ganas de verme feliz, tus ojos se cristalizaron y no sabía porque y hoy me doy cuenta que eran lagrimas escondidas de felicidad. Te encantaba verme feliz, como extraño tu risa.


Extraño cada vez que encendías un cigarro y te decía “que rico huele papa” y me mirabas con cara de serio y después te salía un risita escondida.


Extraño la bendita avispa, mama la odiaba, era una buena y una mala, la buena te daba besos y la mala te pellizcaba, en pleno trafico decidías hacer tus ataques de avispita, quien diría que un hombrote como tú con botas, hebilla vaquera y sombrero iba hacer voz de avispita la cual era super aguda.


Extraño que dijeras que el camino de Muxbal era el camino del lobo.


Extraño cuando me decías que me ibas a comprar un carro “peligroso” cuando tuviera 18, era un carro descapotable y rojo.


Extraño pasar a Sarita a comprar un helado de sándwich.


Extraño tus manos que eran tan grandes y agarraban las mías con el ¡AQUÍ ESTOY MIJA NO PASA NADA!


Extraño cuando me enseñabas a manejar, tú jurabas que podía, ¿papa que estabas pensando? ¡SOLO TENIA DOCE AÑOS! Gracias por enseñarme.


Extraño tu firma en mis exámenes donde sacaba malas notas. Y me decías “no le digas nada a tu mama”



Sé que querías un “VARON” como primer hijo pero estoy segura que cuando me viste por primera vez dijiste “esta va ser vaquera” con malas palabras y un cigarro en la boca, que si algún día me insultan les tenía que decir HIJO DE TU PUTA MADRE QUE TE PARIO EN VINAGRE CREYENDO QUE ERAS PEPINO. No sé de donde te sacaste esa frase pero siempre la decías, que daría por escucharte decir eso solo una vez más.


Habíamos compartido tanto, ¿Cómo te fuiste nada mas así? tres días antes de irte, me preguntaste que si algún día faltabas yo te iba reemplazar, yo me reí y me recuerdo que te besé en la frente y te dije ¡JAMAS!

Te quiero contar que estoy bien, que te extraño todos los días y ya no lloro tanto por ti, siempre escucho Kenny Rogers o Francisco Céspedes cuando tengo miedo para sentirte cerca, no hay día que no pases por mi mente y pienso que dirías si me vieras ahora, hoy ya tengo 22 años y decidí ya no vivir en la casa que vivíamos, decidí independizarme y me está yendo bien, para serte sincera me da un poco de envidia ver a chavas de mi edad que solo llaman a su papa y ya tienen dinero depositado en la tarjeta. No tengo idea como seria yo hoy, estando tu aquí, sería una de ellas, lo más seguro, seamos sinceros, me consentías demasiado, fue por corto tiempo así que se vale. Mi hermano es igual a ti, es algo extraño pero ya me cae mejor, mi hermana sigue llorando como siempre te reirías de verla porque no ha cambiado nada, solamente es más alta, y bueno pues mama, WOW que mujerona la que escogiste, ella nos ha dado todo desde que faltaste, no sé cómo le hace de verdad para poder hacer tanto, pero lo hace, mil gracias por escoger una increíble mama para nosotros.

Hay una foto tuya en la entrada de la casa y cada vez que entro te saludo, es algo raro pero no quiero perder nunca la costumbre de decir ¡HOLA PAPA!

A mí por ser la primera, me tocó lo difícil pero ya cada día estoy mejor. A veces quisiera llamarte para contarte lo que ha pasado en el trabajo o que en la party conocí a un imbécil me cogió, y se fue a la mañana siguiente y ya no se nada más de él, quisiera llamarte para almorzar y llorar porque tengo el corazón roto, preguntarte como tratar a los hombres o como pagar los impuestos, quisiera verte y contarte que tengo miedo por x o y razón pero al final escuchar que tú vas a estar ahí.

Pero hoy acepto no tenerte, por tu perdida soy mejor persona y entiendo más a la gente, sé que lo material no es lo más impórtate y que me tengo que esforzar en el trabajo si quiero conseguir lo que quiero. Que la familia va primero que nada en este mundo y que cada vez que vea a un amigo en la calle decirle HOLA porque no sabes si es la última vez que lo vas a ver.

Me enseñaste también a no querer darle el mismo dolor a mis hijos, no quiero ponerme borracha subirme al carro y que mis hijos vivan lo mismo que yo, por mucho que me amaste cometiste un gran error y hoy ya no estas, no estuviste para cuando tuve a mi primer novio, ni cuando perdí mi virginidad, no estuviste para mi graduación ni para cuando me puse mi primera borrachera pero no importa te perdono y por algo pasan las cosas y sé que Dios no te mató simplemente te tenías que ir para enseñarme y enseñarle a más gente que si se maneja borracho lo más seguro que es que en algún punto te vayas a morir.


Si algún familiar se acaba ir de tu vida, no te preocupes, como decía Facundo Cabral “No perdiste a nadie, el que murió simplemente se nos adelantó porque para allá vamos todos”

Tranquilo, poco a poco se aprende a vivir con el dolor. Pero se vive bien y se vuele uno a reír. Tranquilo ya lo volverás ver…



GRACIAS PAPA POR TANTO.

TE AMERÉ SIEMPRE

TU ALICREJA


Comments


FOLLOW ME

  • Black Facebook Icon
  • Black Instagram Icon

MANTENENTE AL TANTO

TAGS

  • White Facebook Icon
  • White Instagram Icon
bottom of page